Después de que la fuerte tormenta azotó EE.UU., metodistas unidos/as en el sureste del país evaluaron los daños y respondieron a las necesidades inmediatas. Miembros de las iglesias en los estados afectados se activaron para ofrecer ayuda a los/as afectados/as.
Un juez de Florida desestimó una demanda presentada originalmente por 106 iglesias que buscaban abandonar La Iglesia Metodista Unida sin cancelar las pagos que ello implica. Sin embargo, el fallo del juez puede ser apelado.
En las primeras semanas posteriores al paso del huracán Ian por el suroeste de Florida, pastores/as y voluntarios/as de la iglesia se pusieron en acción para evaluar las necesidades y brindar consuelo.